El Sábado

“Fueron pues acabados
    los cielos y la tierra,
    y todo el ejército de ellos.
Y acabó Dios
    en el día séptimo
    la obra que hizo;
    y reposó el día séptimo
    de toda la obra que hizo.
Y bendijo Dios al día séptimo
    y lo santificó,
    porque en él reposó
    de toda la obra
    que había hecho
    en la creación.”

Génesis 3:1-3

 

ESTUDIOS
ACERCA DEL SABADO

 

Un estudio profundo
a la luz de la Biblia y la historia
acerca de la santidad del Día de Reposo

Entre las muchas increíbles verdades reveladas en la Biblia, una de las más asombrosas, y ciertamente la más ignorada y pisoteada, es la verdad acerca del verdadero día de reposo establecido por Dios, el sábado. Se puede mencionar que este tema es un verdadero tesoro de las Sagradas Escrituras.

La tradición popular, desde algo más de 300 años después de Cristo (ver el Edicto de Constantino) y a través de practicamente todas las iglesias cristianas del mundo, enseña que el día de resposo y adoración, es el domingo - el primer día de la semana -.

Curiosamente, la Biblia enseña, muy claramente, que el día santo de adoración y reposo establecido y santificado por Dios, es el sábado, o séptimo día de la semana (ver cualquier calendario para distinguir que el séptimo día es el sábado).

La enseñanza bíblica acerca del sábado como día de adoración, es sólo observada y respetada por los judíos, y entre la cristiandad, por los Adventistas del Séptimno Día, los Bautistas del Séptimo Día, y un puñado de pequeñas denominaciones locales en diferentes países.

Seguidamente te presentamos un estudio serio, profundo y responsable que te permitirá comprender en toda su magnitud la grandeza del sábado a través de la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalípsis, desde la creación del mundo hasta los tiempos apostólicos, y en la iglesia cristiana durante los primeros siglos después de la muerte de nuestro Señor Jesucristo, al igual que el cambio efectuado del sábado al domingo por el emperador Constantino durante la supremacía del imperio romano, y asumido y conservado como tradición por la iglesia Católica Romana por 17 siglos, y seguido luego y hasta hoy por casi todas las iglesias del mundo.

Este asunto de quebrantar uno de los Diez Mandamientos de Dios es sumamente importante, porque el hermano de nuestro señor Jesucristo y apóstol Santiago, declara en la Biblia que "cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. "

 

 
 

 


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